viernes, 26 de abril de 2013

LEYENDAS.

La leyenda más famosa de todas es, sin duda, la de los dos legionarios romanos, San Emeterio y San Celedonio, que fueron martirizados a orillas del río Cidacos.

Cuenta que vivía en Bergasa una joven bellísima llamada Quiteria marchó a Calahorra como criada de una familia que le enviaba a llevar agua al señorío que vivía en la plaza del Raso. Accedió a casarse con un diablo porque le prometío que tendría agua en la misma plaza del Raso sin tener que ir hasta el río. El diablo llamó a otros diablos de Aragón, Navarra y la Rioja para que le ayudaran a cotruir un túnel subterráneo. El pueblo de Calahorra amaneció una hora antes de lo previsto y los diablos dejaron inacabada su tarea, que nunca retomaron. Esta leyenda explica por qué hay cauces subterráneos.

La vieja historia del hombre salvaje que fue criado por una loba, más cerca del mito y la leyenda que de la realidad, aparece en Cervera del Río Alhama rematada con un dicho pues de las buenas personas se dice en esta localidad: “Eres tan buena como la loba de Calahorra”.
Dicen que una loba de Calahorra amamantó a un niño y lo sacó adelante con sus lobitos. Se ve que los padres lo despistaron por el campo y la loba lo crió, lo llevó a la lobera y lo tuvo tres o cuatro años. Se había hecho como ellos y los demás lo respetaban.

Otra de las leyendas es la de una mujer llamada la Fames Calagurritana o la Matrona.
En el año 71 A. C, el municipio sufrió un tremendo asedio durante las guerras civiles de Roma. Los calagurritanos se defendieron hasta lo imposible e, incluso, sacrificaron a los más débiles para tener alimento.
Se dice que la Matrona, superviviente de aquellos acontecimientos, hacía fuego por las noches en todas las cocinas de la ciudad para que el humo de las chimeneas engañara a los enemigos y les hiciera creer que todavía quedaba mucha gente con vida. 

También hay una leyenda sobre la puerta de San Jerónimo de la catedral, datada en el siglo XVI, corre una ancestral leyenda. Hay quien asegura que el fin del mundo llegará cuando se caiga el pan que lleva el Santo que conversa con la Virgen situada en el tímpano. A veces, la 'chiquillería' ha intentado tirarle el pan con piedras, provocando el deterioro del relieve.

Otra historia curiosa y sorprendente es la conocida como 'La perra de Calahorra'. Dicen que cierta familia se trasladó a vivir a Logroño, dejando abandonada a un perra preñada.
El animal parió siete cachorros y tuvo el heroísmo de ir llevándolos uno a uno, asidos por la boca, hasta la capital riojana. De aquí, ha surgido el popular dicho 'haces más viajes que la perra de Calahorra'.

Loba de Calahorra

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